A raíz de la situación develada en los establecimientos públicos asistenciales de mayor complejidad, el Diario La Tercera entrevistó al Director del ISPAB, Héctor Sánchez para solicitar su postura respecto de los cambios que debería impulsar la cartera de salud para superar la crisis financiera de los hospitales.
Este es el texto que reproducimos textualmente de la entrevista y que destaca que “El modelo puede y debe ser perfeccionado”, ya que a su juicio existen presupuestos mal calculados, una indisciplina fiscal que contribuye al endeudamiento de los hospitales.
¿Qué factores inciden en la deuda hospitalaria?
Este ha sido un verdadero y crónico problema del sistema público y el que, a mitad de cada año, cobra relevancia cuando se hacen las proyecciones de caja y se detecta que los presupuestos asignados no alcanzarán a cubrir los costos. Las causas más importantes tienen que ver con presupuestos mal calculados para el tipo de demanda o bien para absorber los diferentes niveles de costo. La segunda, es una falta de disciplina fiscal, pues cuando se asignan los presupuestos se hacen bajo supuestos de demanda máxima que los hospitales deben absorber y no sobrepasar, pero, muchas veces los directores, presionados por la población o los médicos, hacen más prestaciones de las proyectadas, a sabiendas que se generará deuda con los proveedores. Sin embargo, dado que, se sabe, se logra casi siempre un suplemento financiero del Ministerio de Hacienda, se genera un marco de incentivo perverso que estimula esta indisciplina fiscal.
¿Qué riesgos enfrenta un recinto endeudado?
Riesgos de tres tipos. El primero es que los principales acreedores, que saben que no se les pagará a tiempo, pero que se les terminará pagando, incorporan el costo financiero en los precios. Esto lleva a que éstos suban en forma consistente. El segundo tema es a nivel del propio hospital ya que la escasez de insumos y medicamentos produce un gran costo en recursos humanos para gestionar a los acreedores y lograr que sigan proveyendo los elementos necesarios. El tercero y más importante lo sufren los pacientes porque debido a la falta de insumos, muchas veces, hay que postergar sus intervenciones quirúrgicas, procedimientos y altas médicas, bajando la producción y generando incrementos en las listas de espera.
¿La deuda es por fallas de gestión o del modelo de financiamiento?
El actual modelo de financiamiento de los hospitales, indudablemente, debe y puede ser perfeccionado de forma tal que el marco de incentivos que produzcan los instrumentos de asignación financiera sean efectivos para que los hospitales aumenten sus niveles de eficiencia. Sin embargo, si no hay capacidad para exigir disciplina fiscal de las autoridades es imposible resolver el problema con cualquier instrumento que se diseñe.
¿Cómo se define el financiamiento actual?
Se organiza mediante dos tipos de instrumentos: los pagos por prestaciones valoradas y los pagos por presupuestos históricos. Ambos tienen problemas en su diseño debido a que no representan adecuadamente la estructura de costos de todos los hospitales. Y, sin embargo, aunque así fuera, si los equipos directivos no se ajustan a sus presupuestos en el otorgamiento de prestaciones, siempre habrá deuda hospitalaria.
Existe un piloto de pago por GRD ¿ es eficiente?
Los GRD son instrumentos de asignación de recursos financieros, más complejos y sofisticados que los actuales, ya que incorporan variables que hoy no se consideran, como la complejidad de las patologías y estándares de buenas prácticas que estimulan la eficiencia. Pero si éstos no van acompañados de una decisión política y una capacidad de gestionarlos, éstos no darán resultado.
¿La situación se puede seguir sosteniendo?
La deuda siempre ha sido absorbida por el Estado y este año será igual, aunque se haya escapado por lejos de límites históricos, lo que implica un fuerte desincentivo a los diferentes actores para controlarla.
(Fuente: Gabriela Sandoval P.)