Las isapres dieron a conocer las alzas de precios de sus planes. Sobre sus repercusiones y efectos del anuncio, entregamos la opinión de nuestros académicos que fueron abordados por la prensa.
Para el director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, Héctor Sánchez, el reajuste a los planes de salud privada sólo demuestra que las isapres no son capaces de controlar el costo técnico que generan sus carteras de afiliados. Y, recalca: “Pueden justificar que sus costos subieron, pero no traspasar al usuario el costo de sus propias ineficiencias”.
El académico dijo que con este tipo de decisiones “el mensaje es que las isapres están en un profunda crisis, poniéndose una lápida política, en momentos en que en el país se discute la reforma al sistema privado de salud”.
Para Sánchez, las alzas pueden tener dos tipos de repercusiones: “Los que presentan una enfermedad son adultos mayores y tienen mayores recursos económicos tenderán a preferir el camino de la demanda judicial. En cambio, los jóvenes podrían migrar a aquellas isapres que congelaron sus precios o a Fonasa, optando por contratar un seguro complementario de salud, para mejorar su plan”.
De esta forma, pronostica, “la cartera de afiliados a las isapres más caras continuará envejeciendo y generando mayores costos para estas empresas, mientras que las que mantienen sus valores año tras año podrán ir renovando su cartera de afiliados, con personas más jóvenes y a menor costo”.
Por otra parte, consultado por La Segunda el Dr.Manuel Inostroza, académico del Instituto de Salud Pública de la UNAB , sobre lo que pasaría si el afiliado no quiere pagar más declaró que «lo otro que ofrecen es un plan que cuesta más barato o lo mismo, pero con prestadores preferentes o planes cerrados. Es decir, sigo pagando los mismos $100 mil o menos en un plan que va a tener mejor cobertura que el plan anterior, pero es cerrado, sólo me puede atender en la clínica X, o en determinado hospital. Lo que se transa es la libre elección».
(Fuente :La Segunda)