Ley «Ricarte Soto» tendrá un copago máximo de $3 millones

diplomado-en-pilares-de-saludCon urgencia simple  ingresó a la Cámara de Diputados el proyecto de ley «Ricarte Soto», que crea un fondo de apoyo para quienes sufren enfermedades con tratamientos de alto costo.

La iniciativa contempla el pago de un deducible (monto que no cubrirá el fondo) que se diferencia por tipo de seguro de salud, lo que ya genera divergencias entre los parlamentarios. Así, por ejemplo, los usuarios de isapres que tengan un problema de salud elegible -se definirán por reglamento- y que ganen menos de $3,6 millones al mes, pagarán como máximo el equivalente a 29 cotizaciones pactadas mensuales, lo que aplica también para los afiliados al tramo D de Fonasa (aquellos con ingresos sobre $328 mil mensuales). Quienes ganen más de esa cifra estarán protegidos por un tope máximo establecido de 122 UF ($3.002.000).

Para el resto de los usuarios de Fonasa, en tanto, la situación es distinta. Mientras aquellos que pertenezcan a los grupos A y B (de ingresos menores a $225 mil) recibirán el beneficio sin pagar deducible, quienes correspondan al grupo C (de ingresos hasta $328 mil) deberán cancelar hasta 21 cotizaciones mensuales, lo que en promedio equivale a $596 mil al año.

Los copagos máximos ocurrirán siempre que el tratamiento que se requiera cueste más de $15 millones al año. En los casos en que el gasto sea menor, se pagará solo el 20% del arancel que fijen en conjunto Salud y Hacienda para cada enfermedad.

Al respecto,  fue entrevistado por El Mercurio, el académico Manuel Inostroza, de la U. Andrés Bello, quien explicó que estos aranceles «de referencia» que definirá el Ejecutivo no serán los de mercado, «sino mucho menores, porque así se hizo con el AUGE, que es de donde se replica este modelo». Por lo tanto, afirma, el 20% que se pagará sería sobre una cifra mucho más baja que en la actualidad, donde cada familia debe asumir la totalidad del gasto a precio de venta a público.

El ministro (s) de Salud, Jaime Burrows, por su parte, explicó que todavía hay que definir por reglamento cuál será el umbral sobre el cual se considerará que un tratamiento es de alto costo y que «lo importante es que ese dé cuenta de que hay tratamientos que a gente en situación de pobreza le es imposible acceder y a la clase media, el acceder la empobrece».

Fuente: El Mercurio.Autores: René Olivares y Nadia Cabello