Valoración deficiente logra gestión de salud del anterior y actual Gobierno.

MIPSi la administración de Salud fuera un ramo, tanto la administración de Sebastián Piñera como la de Michelle Bachelet estarían reprobando. Así dio a conocer El Mercurio el estudio del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello (UNAB) y GfK Adimark  que midió la percepción que tienen los ciudadanos de Santiago, Valparaíso y el Gran Concepción sobre las políticas sanitarias que fueron impulsadas en ambos períodos presidenciales.,Los resultados muestran que seis de cada diez personas califican con nota igual o menor a 4 la gestión pasada, mientras que el 55% evalúa con la misma nota a la actual.

Esta baja evaluación se hace extensiva a quienes lideran el Ministerio de Salud: el 60,8% de los consultados le colocó una nota igual o menor a 4 a la ministra Helia Molina, y el 67% le dio la misma calificación a su antecesor, Jaime Mañalich.

Manuel Inostroza, académico del Instituto de Salud Pública de la UNAB, cuenta que la encuesta se hizo después de los primeros meses de gobierno, en que la discusión se centraba en críticas a la gestión anterior más que en propuestas. «Esto muestra que a la gente le interesa poco a quién echarle la culpa, porque los resultados son similares. Lo que la ciudadanía está pidiendo es que salud sea una prioridad».

Para la subsecretaria de Redes Asistenciales, Angélica Verdugo, esta baja percepción se debería a que «las expectativas de la ciudadanía son más altas que la forma en que el sistema está respondiendo a estas», lo que provocaría la desaprobación.

En todo caso, asegura que esta percepción mejora cuando la gente recibe efectivamente su atención. En esto coincide el ex ministro Jaime Mañalich, quien además sostiene que la baja aprobación se debería a que «el sistema de salud es objeto de un desprestigio público».

Respecto de las evaluaciones personales, el ex ministro cree que Molina no ha tenido tanta exposición pública como él, lo que explicaría la diferente valoración que se tiene sobre ambos. «Yo durante el primer año (2010) era uno de los ministros mejor evaluados, y terminé como el más conocido. Ella se ha expuesto menos, por ejemplo, en el conflicto del Hospital del Salvador», sostiene.

La encuesta también midió la percepción que tiene la gente de las políticas públicas ligadas a Salud impulsadas por ambos gobiernos. En el caso de la administración anterior, la extensión del posnatal es la obra mejor evaluada en materia de salud.

En el caso del Gobierno de Bachelet, las medidas que generan mayores expectativas son la creación de un Fondo Nacional de Medicamentos y la ampliación de cobertura dental. «Se valoran cosas que disminuyen el gasto de bolsillo y que dan cobertura a problemas que hasta ahora no habían tenido», explica Inostroza.

Compra de camas

En general, no hay mayores diferencias entre las opiniones de quienes viven en Santiago, Valparaíso y Concepción, salvo cuando se les pregunta si apoyan o no la compra de camas al sector privado, tema que se tomó gran parte de la discusión en salud durante el primer semestre de este año.

Si en total el 50,5% de los encuestados cree que no se deben comprar plazas a clínicas para invertir en el sector público, el panorama cambia cuando se consideran solo las respuestas de los capitalinos, donde el 52,2% cree que se deben seguir comprando camas a privados, e incluso aumentarlas. En regiones, esa cifra baja a 45%. «En Santiago hay opciones de encontrar una oferta atractiva capaz de solucionar los problemas de salud de la gente en clínicas. En cambio, en Valparaíso y Concepción hay solo un par, y por eso ahí optan por mejorar lo público», advierte Inostroza.

Para él, esa opinión se está comprendiendo en el Gobierno, «que ha anunciado que se van a comprar camas a privados, pero con otros mecanismos, o que se van a impulsar los programas de Pago Asociado a Diagnóstico (PAD). Se está entendiendo que la gente tiene pocas trabas ideológicas cuando las cosas se hacen pensando en la salud de la gente», dice.

«A la gente le interesa poco a quién echarle la culpa, porque los resultados (de ambos gobiernos) son similares. Lo que la ciudadanía está pidiendo es que salud sea una prioridad».

(Fuente: El Mercurio)