Reconocimiento de especialidades médicas regirá a partir del 2019

Un nuevo plazo para la certificación de especialidades médicas y odontológicas establecieron los Ministerios de Salud y Educación. Así consta en la modificación vigente desde el 13 de agosto pasado del decreto supremo que regula la materia y en la cual se establece el 31 de diciembre de 2019 como la fecha límite para que especialistas y subespecialistas se hayan certificado y estén inscritos en el Registro de Prestadores Individuales de la Superintendencia de Salud, lo que los habilitará, por ejemplo, para atender problemas AUGE.

Ese nuevo plazo debió fijarse porque el 6 de noviembre de este año vencía el reconocimiento transitorio de las especialidades y subespecialidades de quienes habían sido certificados por la Comisión Nacional de Acreditación de Especialidades Médicas (Conacem), de aquellos que por mantener un convenio vigente habían sido reconocidos por Fonasa y de quienes por haberse desempeñado por al menos cinco años en el sector público como especialistas habían sido validados por el servicio de salud correspondiente.

La idea era que antes de ese plazo los profesionales renovaran su certificación; sin embargo, recién en febrero de 2014 se autorizó la primera agencia para especialidades médicas, y hasta ahora no hay ninguna para las odontológicas.

De esa forma, según los datos de la Superintendencia de Salud, a fines del año pasado había 28.630 especialidades inscritas en el registro de prestadores (se habla de «especialidades», y no de «especialistas», porque un profesional puede tener más de una), de las cuales 15.084 perderían su vigencia. En el propio documento de modificación del decreto se reconoce que el tiempo no alcanzará para regularizar la situación.

Además de la prórroga, el presidente de la Conacem y miembro de la Academia Chilena de Medicina, Juan Manuel López, explica que hay otros cambios generados por la modificación al decreto supremo que generan distintos escenarios: agrega dos especialidades médicas (la medicina materno-fetal y la cirugía bucal) y abre la puerta para que quienes estudiaron sus especialidades médicas en programas no acreditados (lo que ocurre en más de 200 de las alrededor de 300 distintas opciones) queden automáticamente certificados si se registran como tales ante la Superintendencia de Salud.

López añade que la Conacem tiene capacidad para certificar a todos los médicos que se requieran, proceso que ya han realizado 12 mil veces, y agrega que esta postergación es «un período transitorio, para entrar en régimen a partir de 2019. Así me lo han hecho saber distintas autoridades».

Algunos de esos puntos generaron molestia, por ejemplo, en la Sociedad de Cirugía y Traumatología Bucal y Maxilofacial de Chile, donde no están de acuerdo con haber agregado la especialidad de cirugía bucal.

En tanto, para Manuel Inostroza, académico de la U. Andrés Bello y ex superintendente de Salud, la responsabilidad de esta nueva postergación cae sobre el organismo regulador, ya que a su juicio se ha priorizado la acreditación institucional de los prestadores (hospitales y clínicas) por sobre la certificación de especialidades.

Argumenta el punto con que hay 21 agencias para evaluar a instituciones, y solo una (Conacem) para hacerlo con los especialistas médicos. «La superintendencia no hizo nada por avivar este sistema, a diferencia de cómo se estimuló el mercado de las acreditadoras en prestadores institucionales», afirma.

Fuente: Diario El Mercurio