Partos Fonasa en clínicas cuestan $46 mil millones

El Director del Instituto de Políticas Públicas de UNAB, Héctor Sánchez fue entrevistado por El Mercurio respecto de las compras a privados que ha realizado durante el año el Fonasa.
El siguiente, es el texto de la crónica en que se mencionan sus declaraciones.
En 2013 nacieron 258 mil niños en Chile. Cerca de 210 mil corresponden a hijos de beneficiarios Fonasa, y de ellos, 65 mil nacieron en clínicas, a través de la modalidad de «cuenta conocida» del seguro público de salud, llamado PAD (Pago Asociado a Diagnóstico).Por cada una de estas intervenciones, Fonasa cubre un total de $717 mil, que los usuarios deben complementar con otros $239 mil. Con ese presupuesto acceden a un grupo de clínicas privadas adscritas a estos convenios.En 2013 se compraron servicios a privados, principalmente camas críticas, por un total de $10.113 millones, y ese monto generó una larga disputa pública entre el gobierno actual y el anterior por la pertinencia de las compras. Sin embargo, la suma de la cobertura Fonasa solo para el PAD de parto implicó el pago a clínicas de $46.949 millones, casi cinco veces la cifra desembolsada en compra de camas.¿Por qué el debate no ha tocado este punto? La directora de Fonasa, Jeanette Vega, reconoce que «hay una gran discusión con el sector privado, que ha estado durante todo el año en la palestra pública. Pero la discusión de fondo es que debemos preocuparnos más del cómo que de cuántos recursos se traspasan a privados, y desde ese punto de vista, cuál es la definición de ‘lo público'».Pero para algunos se trata de una contradicción. Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, dice que «desde el Ministerio de Salud han dicho que por una cuestión ideológica no hay que comprarle servicios al sector privado y arreglárselas con la oferta pública existente. ¿El resultado?: un total de 1,8 millones de personas en lista de espera. Desde Fonasa, como seguro, saben que tienen la responsabilidad de que la gente se atienda, y, de manera más pragmática, entienden que para ello tienen que comprar a privados».En esa línea, Vega explica que «por eso le hemos dado el foco a cómo compramos, porque los recursos deben ser utilizados con una lógica pública, y eso significa que los prestadores privados que trabajan con financiamiento estatal deben tener una lógica de funcionamiento distinta».Añade que eso implica «trabajar con resolución de problemas, que los recursos que manejan no tengan un lucro desatado, y que sus costos sean razonables. Y, además, que trabajen en red con el sector público y sean un suplemento de la red pública cuando esta no pueda tener la oferta (necesaria). No son la competencia del sector público, sino que lo complementan», lo que, a su juicio, ocurre en el caso de los PAD, que tienen la ventaja de que las clínicas comparten los riesgos de las atenciones con Fonasa.Así, si una madre se complica y debe pasar mayor tiempo que el promedio hospitalizada, el privado asume esos costos. Y si el tratamiento se hace bien y es posible dar de alta a la mujer y su hijo antes del tiempo promedio, la clínica gana más dinero.»Bajo esas condiciones, no tenemos ningún problema en trabajar con privados. Es más, nos parece sano y razonable», agrega la directora de Fonasa.IncentivosSin embargo, el ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, señala que «pese a las críticas que se hicieron, la principal preocupación de Vega ha sido cómo comprar más a privados». Eso se debería, a su juicio, a que «el sistema público no está funcionando. Hay problemas de eficiencia serios en la medida en que ha habido enormes huelgas, como la del Hospital del Salvador. Además, no tienen especialistas y hay un retraso enorme en la construcción de hospitales».Una señal de eso para el también director del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián es que «se critica la compra de camas, por un lado, pero Fonasa esté haciendo una campaña para incentivar el uso de PAD e incluso esté aumentando las coberturas de Fonasa de esos paquetes para reducir los copagos de las personas y empujarlas a que se desplacen del sistema público al privado».

Pero Jeanette Vega dice que la estrategia de reformular la compra de camas a privados y de impulsar los PAD no busca compensar a las clínicas, que podrían dejar de ganar por un lado pero aumentar por otro. Según ella, «es mezclar peras con manzanas, porque no son los mismos prestadores los que trabajan con un programa y con el otro».

Para Sánchez, las razones son otras. «Fonasa es un seguro, y un buen seguro tiene que ir mejorando su oferta. Si para ello hay que comprar servicios, se hace. Si un seguro facilita a sus afiliados el acceso a clínicas, atrae afiliados de mayores recursos, y lo fortalece. Recordemos que la visión a largo plazo que tiene Jeanette Vega es avanzar hacia un seguro único público, y todo esto que está haciendo es coherente con esa idea», dice.

 Cambios en las fórmulas de pagoLos pagos por servicios a privados se hacen a través de mecanismos distintos, que responden a situaciones diferentes y no en todos los casos estos recursos llegan, finalmente, a los mismos prestadores.

Compra de camas: hasta hoy, cuando el sistema público no da abasto y se necesita derivar pacientes a privados -lo que ocurre especialmente en invierno, por la presencia de enfermedades respiratorias-, el sistema público compra días cama a las clínicas. Para ello se hacen licitaciones previas, en las cuales se establecen los precios que se pagarán por cada jornada y tipo de cama. Jeanette Vega, directora de Fonasa, ha dicho que de esa forma, se terminan pagando precios muy superiores a lo que cuesta realmente el servicio y que se trata de un tipo de compra poco eficiente.

Desde 2015, ese sistema de compra cambiará y se comenzará a pagar por soluciones integrales, utilizando los denominados Grupos Relacionados de Diagnóstico (GRD), que permiten estandarizar las patologías y asignar un precio a los tratamientos de acuerdo con su complejidad.

Los PAD (Pago Asociado a Diagnóstico): actualmente, son 62 paquetes de prestaciones para los cuales Fonasa firma convenios con prestadores privados y así, los afiliados al seguro público se pueden atender en clínicas, con un precio a pagar conocido con anterioridad.

Del valor de la prestación, Fonasa cubre una proporción (50% en la mayoría de los casos, aunque en parto es de 75%, el máximo permitido). Este año aumentó la bonificación en ocho PAD y la idea es que esto siga ocurriendo con otros paquetes de prestaciones.

(Fuente: Mercurio)